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Mindfulness

Sigue tu Ikigai: Encuentra Propósito y Plenitud en la Vida

El significado de Ikigai es el de tener un propósito en la vida, un objetivo que da sentido a la existencia. Esta búsqueda no es un camino fácil, pero si encuentras ese objetivo en tu vida, si encuentras las respuestas a estas preguntas tendrás una vida plena y llena de luz e ilusión y te ayudarán a vivir con integridad y propósito.

¿Qué es el Ikigai?

El significado de Ikigai es el de tener un propósito en la vida, un objetivo que da sentido a la existencia. De acuerdo con la cultura milenaria de Japón, todos tenemos un Ikigai, una razón de vivir o de ser. Es decir, es el encontrar el sentido a nuestra existencia; y una vez encontrado, sentiremos una inmensa felicidad que dará sentido a nuestra vida.

La palabra japonesa Ikigai se compone de dos vocablos: Iki(vida), y kai, (la realización de lo que uno espera y desea).

Se dice que, en la isla de Okinawa, en Japón, sus habitantes tienen un propósito por el cual levantarse todas las mañanas y disfrutar la vida. Lo cierto es que se trata de la isla con mayor índice de centenarios del mundo con un nivel de vitalidad y un estado de salud que sería impensable en ancianos de otras latitudes.

Los investigadores resaltan que una parte importante de la salud y longevidad de los habitantes de Okinawa se debe a su actitud Ikigai ante la vida, lo cual procura un sentido profundo a cada día.

Aunque se trate de un concepto japonés basado en su propia visión del mundo, el poder transformador del Ikigai puede ser extrapolado a nuestra sociedad en todos sus aspectos. Para llegar a nuestro Ikigai se necesita una profunda introspección y autoconocimiento. Encontrarse a uno mismo, descubrir qué es lo que nos motiva y perseguirlo.

Por otro lado, el término designa un concepto más complejo y abstracto que nuestra tradicional idea de la felicidad. Una de las formas más efectivas para encontrar nuestro Ikigai tiene que ver con explorar cuatro aspectos fundamentales: nuestra pasión, nuestra vocación, nuestra profesión y nuestra misión en la vida. O, dicho de otro modo, intentar hallar respuesta a cuatro preguntas fundamentales:

¿Qué es lo que amas? ¿Qué sabes hacer bien? ¿Por qué deberías recibir un salario? ¿Qué crees que el mundo necesita de ti?

Esta búsqueda no es un camino fácil, pero si encuentras ese objetivo en tu vida, si encuentras las respuestas a estas preguntas tendrás una vida plena y llena de luz e ilusión y te ayudarán a vivir con integridad y propósito.

 

Las 10 leyes del Ikigai son:


1. Mantente siempre activo, nunca te retires. Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral «oficial», es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.

2. Tómatelo con calma. Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: «caminando despacio se llega lejos». Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.

3. No comas hasta llenarte. También en la alimentación para una vida larga, «menos es más». Según la ley del 80 %, para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos, llenando el estómago solo en un 80 %.

4. Rodéate de buenos amigos. Son el mejor elíxir para disolver las preocupaciones con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar… En suma, vivir.

5. Ponte en forma para tu próximo cumpleaños. El agua se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio permite la producción de las hormonas de la felicidad.

6. Sonríe. Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.

7. Reconecta con la naturaleza. Aunque la mayoría de los seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza. Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma.

8. Sé agradecido. A tus antepasados, a la naturaleza que te provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.

9. Vive el momento. Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.

10. Sigue tu Ikigai. Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el final. Si no lo has encontrado aún, tu próxima misión será encontrarlo.