
Hoy vamos a preparar una vela de miel que no es solo una vela: es un símbolo. La miel representa dulzura, claridad y creación, y trabajar con ella en forma de panal es una manera de invocar lo natural, lo cálido y lo esencial. Esta vela será encendida el 31 de diciembre, como puente entre lo que dejas atrás y lo que eliges abrir en tu nuevo ciclo.
La vela que prepares hoy guardará dentro tus palabras, tus decisiones, lo que eliges soltar y lo que deseas transformar. Es un objeto ritualizado, un recordatorio físico de tu poder personal.
Toma un papel blanco y haz una respiración profunda como señal de que vamos a empezar. Tómate tu tiempo y escribe con sinceridad todo aquello que decides no llevar contigo este año nuevo.
Puedes nombrar situaciones, patrones, emociones, pensamientos o hábitos. Ejemplos para inspirarte: ESTE AÑO NUEVO…..
Área emocional — Lo que pesa por dentro
• Dejo ir el miedo constante a equivocarme.
• Suelto la culpa que arrastro desde hace años.
• Libero la tristeza que ya cumplió su función.
• Suelto el hábito de reprimir mis emociones para no incomodar.
• Me despido del resentimiento que me ata al pasado.
Área mental — Pensamientos que agotan
• Suelto la necesidad de controlar todo.
• Libero el diálogo interno duro y perfeccionista.
• Dejo ir las expectativas que me ahogan.
• Suelto la obsesión por “hacerlo todo bien”.
• Libero el exceso de pensamiento que no me deja descansar.
Relaciones — Vínculos que drenan o ya cumplieron su ciclo
• Suelto la necesidad de aprobación externa.
• Libero vínculos que me restan paz.
• Dejo ir dinámicas de complacer a los demás constantemente.
• Suelto conflictos que sigo cargando en mi interior.
• Libero la lealtad hacia roles o historias que ya no me representan.
Hábitos — Patrones que frenan el bienestar
• Suelto la procrastinación que me bloquea.
• Dejo ir hábitos que dañan mi descanso.
• Libero la autoexigencia desmedida.
• Suelto la comparación constante.
• Dejo ir rutinas que no honran mi energía.
Energía personal — Lo que baja tu vibración
• Suelto la sensación de cargar con más de lo que me corresponde.
• Libero el cansancio acumulado que no es solo físico, sino emocional.
• Dejo ir energías ajenas que me pesan.
• Suelto el miedo a poner límites.
• Libero la sensación de no ser suficiente.
Salud física — Tensiones sostenidas en el cuerpo
• Suelto la tensión constante en los hombros y la mandíbula.
• Libero la ansiedad que afecta mi descanso.
• Dejo ir el agotamiento crónico que no he querido mirar.
• Suelto la desconexión con mi cuerpo.
• Libero la presión de exigirme más allá de mis límites físicos.
Abundancia y materia — Carencias, bloqueos y miedo al recibir
• Suelto el miedo a no tener suficiente.
• Libero creencias antiguas que me alejan de la prosperidad.
• Dejo ir la sensación de no merecer lo bueno.
• Suelto la relación tensa con el dinero.
• Libero el hábito de autosabotear mis oportunidades.
Estrés, ansiedad y sobrecarga diaria
• Suelto el estrés que me acompaña como si fuera normal.
• Dejo ir la tensión de querer llegar a todo.
• Libero la ansiedad que nace de querer controlar lo que no depende de mí.
• Suelto la urgencia constante de estar ocupada/o.
• Libero la sensación de vivir en modo alerta.
Hambre emocional, compulsiones y adicciones suaves
• Suelto el hábito de llenar vacíos con comida.
• Dejo ir el impulso de comer para calmar emociones.
• Libero la dependencia del azúcar cuando estoy nerviosa/o.
• Suelto la búsqueda de estímulos constantes para no estar conmigo.
• Libero cualquier adicción que me impida escucharme.
Este papel es un puente: lo que escribes aquí empezará a transformarse en el momento en que lo coloques dentro de la vela.
Los códigos Grabovoi funcionan como frecuencias numéricas asociadas a una intención energética concreta. No son magia ni superstición: son una forma de enfocar la mente, ordenar la intención y dirigir tu energía.
Escríbelos por la parte de atrás del papel, uno debajo del otro:
• 71527321893 — Soltar el pasado: Ayuda a activar la energía del desapego, el perdón y la liberación emocional. Acompáñalo pensando: «Gracias por lo vivido, libero lo que ya cumplió su propósito.»
• 514816518 — Limpieza energética. Una vibración para cortar lazos, despejar densidades, liberar cargas ajenas. Acompáñalo pensando: «Todo lo que pesa se disuelve, mi energía se limpia y se ordena.»
• 12370744 — Renacimiento: El número que ayuda a llenar el “espacio vacío” con luz nueva: equilibrio, calma, claridad. Acompáñalo pensando: «Dejo espacio para lo nuevo. Renazco con intención y propósito.»
Estos tres números juntos representan el flujo natural de todo proceso profundo:
SOLTAR → LIMPIAR → RENACER.
Extiende tu panel de cera de miel sobre la mesa. El panal simboliza orden, propósito, creación consciente.
Sobre la lámina, esparce suavemente:
• Romero → protección, claridad mental, fortaleza interna.
El romero limpia energéticamente y actúa como “filtro” natural.
• Lavanda → calma, perdón, sanación emocional.
La lavanda suaviza, calma el sistema nervioso y sostiene lo que duele.
• Canela → expansión, energía vital, magnetismo positivo.
La canela activa el movimiento interno: te ayuda a avanzar, a encender propósito.
Cada planta aporta una vibración distinta, y juntas trabajan como un pequeño altar que envuelves dentro de tu vela.
Pon tu papel en el centro del panel, coloca la mecha en un extremo del panel y empieza a enrollar lentamente, sin prisa.
Mientras enrollas, puedes repetir en silencio o en voz suave:
«Todo lo que guardo aquí se transforma.
Lo que ya no necesito se disuelve.
Lo que deseo nace con fuerza.»
Siente cómo la miel se va calentando entre tus manos, cómo el cilindro toma forma.
Estás creando un objeto personal, único.
Tu vela ya está lista.
Cunado tengas la vela hecha y hasta la noche del 31 es un momento ideal para encender la vela, cerrar un ciclo y abrir otro.
Encuentra un lugar tranquilo y apaga las luces fuertes. Puedes encender si quieres incienso natural (sándalo, palo santo, ruda o romero).
El incienso servirá para activar la intención y elevar los códigos Grabovoi sin necesidad de escribir nada sobre la cera.
Acércalo a tu vela unos segundos, dejando que el humo la purifique y la “despierte”. Después coloca tu vela frente a ti. Pon una mano en el pecho y otra sobre la vela.
Respira tres veces profundamente.
Enciende la vela con una cerilla, no con mechero. La madera simboliza vida y renueva la intención. Mira con calma y presencia la llama unos instantes, es la luz transformando lo que dejaste escrito dentro.
Mientras observas la llama, si lo sientes puedes repetir:
«Suelto con gratitud lo que ya no me pertenece.
Hago espacio para lo que sí me corresponde.»
Permanece en silencio un par de minutos mirando la vela.
Piensa en el proceso:
✔️ Lo que has soltado
✔️ Lo que se está limpiando
✔️ Lo que está renaciendo dentro de ti
La llama representa tu fuerza interna, el humo representa lo que se eleva y la miel representa lo que se transforma.
Cuando la vela se haya consumido al menos por la mitad ( no hace falta que estes presente todo el tiempo), puedes dejarla terminar o apagarla. Si la apagas, hazlo sin soplar directamente (puedes usar un apagavelas o con la mano moviendo el aire).
Cuando todo haya terminado, puedes llevar los restos a la tierra, un jardín o a un árbol. Entrégaselos a la naturaleza con respeto; simboliza liberar tu proceso.
Mientras lo haces, puedes pensar: «Gracias. Estoy en paz con mi pasado y en apertura con mi presente.»
P.D: Si no tienes panel de cera de abeja puedes comprar una vela de miel y seguir los pasos.