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Mindfulness

Rincón de la Calma: Herramienta Clave en Gestión Emocional

Una de las herramientas más útiles de educación emocional que nos ayuda a atravesar las emociones cuando se desbordan

Os presento nuestro rincón de la calma !!!.

El rincón de la calma es una de las herramientas más útiles de educación emocional que nos ayuda a atravesar las diferentes emociones cuando suceden cosas que nos desbordan, para volver a templarnos y recuperar la serenidad.

Esta herramienta de la filosofía Montessori se ha extendido en otro tipo de enseñanzas como la Disciplina Positiva e incluso se utiliza como técnica de Mindfulness en el Aula, que es dónde yo la conocí y empecé a aplicarla.

En la educación tradicional encontramos muchos ejemplos de castigos relacionados con el tiempo fuera: la silla de pensar, vete a tu habitación hasta que estés tranquilo (o hasta que yo te diga), fuera de clase… Todos ellos tienen en común que son impuestos por el adulto y solo sirven para poner distancia entre el niño y el conflicto o situación, pero no ayudan a resolver lo que ha pasado, ni acompañan la emoción del niño en esos momentos.

En todos esos casos el niño es “expulsado” por el adulto, se siente fuera, no “visto”, incomprendido. Estos métodos no dejan de ser un castigo, una imposición del adulto que está obligándolo a estar en un sitio elegido por el adulto, durante el tiempo que el adulto decida. Y cuando ese tiempo haya terminado, caben tres opciones:

1. Que la historia termine ahí: con lo cual el único aprendizaje que queda es que “cuando hago algo que a los adultos no les gusta, me apartan y me ignoran”.

2. Que después de ese tiempo fuera, se recrimina la conducta al niño y le toca escuchar un sermón en el que se le reprocha su conducta (desde luego, hay que ver lo que has hecho, ¿Cómo has podido pegarle a tu hermano?) y se le dan “instrucciones” sobre lo que se espera de él.

3. Que se hable sobre el conflicto inicial. La mejor opción, pero la más escasa. Hay que tener en cuenta que cuando no se habla de lo sucedido se genera una sensación de desamparo que nos aleja emocionalmente de nuestros hijos.

El rincón de la calma es una herramienta educativa maravillosa que podemos usar en casa o en el aula, ahora bien, no hace milagros. No se trata de decorar un rincón en nuestro hogar y sentarnos a esperar. Es un espacio preparado para ayudarnos a recuperar la calma y la tranquilidad cuando sentimos que estamos emocionalmente desbordados, cuando hemos perdido el control.

El rincón de la calma no es una silla de pensar disfrazada. Hay algunas condiciones indispensables para que el rincón de la calma sea una herramienta útil, que nos sirva para la autorregulación y el autocontrol y no sea un simple castigo disfrazado de respeto:

1. Primera y fundamental: al rincón de la calma se va por voluntad propia. Se puede preguntar si se quiere ir, se puede ofrecer esa opción; pero nunca, jamás, se manda a nadie a ir allí. La idea es que aprendamos a controlar nuestras emociones y no podemos aprender autocontrol si la solución nos viene impuesta desde fuera, así que al rincón de la calma se va cuando se quiere, no se obliga a nadie a ir. Solo es un lugar opcional donde intentar recuperar la calma.

2. Antes de los 4 años no suelen estar preparados para manejar sus emociones en soledad, por lo que hasta ese momento si quieren ir al rincón de la calma es mejor que lo hagan acompañados por un adulto que les ayude validando sus emociones y ofreciéndoles alternativas para recuperarse. Cuando sean un poco mayores pueden elegir si prefieren ir solos o acompañados.

3. Nadie te dice cuánto tiempo tienes que estar allí. Si la situación lo permite (si estamos saliendo por la puerta de casa para ir al cole no, claro) pueden quedarse allí el tiempo que necesiten, no importa si son cinco minutos o una hora.

4. No vamos al rincón de la calma para resolver conflictos allí. Para tratar los conflictos que surjan entre distintos miembros de la familia podemos utilizar la mesa de la paz (lo explicare en otra entrada), que es otra herramienta extraordinaria. Pero el rincón de la calma no tiene esa función, es una especie de retiro donde conseguir volver a la calma cuando hemos “perdido los nervios”. El objetivo es aprender a utilizar el tiempo fuera como una herramienta para fomentar el autocontrol; una vez recuperada la calma podemos volver a tratar el conflicto inicial para buscar soluciones desde el respeto.

Para crear nuestro rincón de la calma fuimos a comprar con nuestras hijas la alfombra y cojines y lo decoramos todos juntos tras haber decidido que es lo que querían, que es lo que a ellas les aportaba calma.

Por ello nuestro rincón de la calma, tiene:

• Papel y lápices para dibujar o escribir cómo me siento (o una carta).

• Mandalas para colorear y pasatiempos.

• Libros que les ayudan a entender y regular sus las emociones y cuentos para leer.

• Un tarro de la calma.

• Piedras para utilizar la técnica de la respiración.

• Instrumentos como un cuenco y un Koshi

• Peluches del monstruo de la calma, etc…

• Fotos de viajes o momentos que ellas han elegido.

• Objetos personales que les aportan tranquilidad.

Espero que os sirva ;-)